domingo, 5 de febrero de 2012

Estos son los instantes en los que me siento más enojada que nunca. Qué clase de amiga es, si siempre hace lo mismo y después se viene a quejar. Ella sabía muy bien todo lo que me paso con él, porque no tiene las valentías de decirme, "estuve con él, perdóname si te molesto", solo quería leer esas simples palabras, y no obtuve nada a cambio, ni siquiera una contestación, además lo presentía tanto, pero tanto, que es increíble que haya pasado, hasta ese día que hable con un tal X y me contó hasta lo que paso con la gorda asquerosa esa, de arriba, hacia abajo en tan solo cuatro segundos cayo pobrecito. Ahora entiendo a un par de amigas, tener la imagen de una persona, saber que no va a volver a pasar, y en tan solo quince días, te cambia por una pija, y viene con una escusa totalmente estúpida que te deja con la boca abierta, y se vuelve a quejar, y resulta que al otro mes de estar distanciada, viene con el típico cuentito de "te necesito amiga, no va a volver a pasar" y pasan unos largos meses donde todo está bien, le volves a confiar la vida, como una tonta y vuelve a tropezarse una y otra vez, no digo que soy perfecta, yo sé que cometí errores, eso lo tengo más que claro, pero ya que venga y empiece con esa típica historia que cuando la volves a releer no tiene sentido alguno, y no le decis nada, porque la queres, y a pesar de todo no la queres perder, es como que te claven un puñal en la espalda. Y así es, como te tildan, como la idiota, la que se le puede hacer de todo, y después con un simple perdón, se soluciona todo, yo puedo perdonar, pero jamás olvidar pichona.

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