martes, 17 de abril de 2012

Lucho un año, lucho dos años por amor, y al fin lo obtuvo. Que paradigma tan loco. Pensar que muchas pensar se rinden en el intento. Se dejan llevar por los comentarios y caer por la pesadez de su tristeza cuando la persona que amas, en cuestión de segundos, puede llegar a hacerlo. El amor lo puede todo. No importa la edad ni la distancia, el final, siempre termina siendo el mismo, un feliz recuerdo de todo lo que luchaste. La satisfacción del ganador, no tiene nombre, es gloria, te sentís en la gloria, llegar a estar más haya de la realidad, gracias a tu felicidad y orgullo de nunca haberte rendido. Pasaran meses o tal vez días, de tan solo pensar que no puedes llegar a obtener más, que ya no queda más remedio, pero no te rindas, seguí peleando por lo queres, inspirate día a día con la persona que amas, si tu mayor logro va a ser ese, transformarte en lo más lindo e importante de una persona, la felicidad te va a sobrar, la de la otra persona, también. No te rindas. La lucha es complicada, pero la pelea al fin y al cabo siempre vale la pena. 

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